En todo restaurante que se precie hay siempre platos emblemáticos y llenos de historia. En el caso de Cándida, uno de ellos es la porrilla de espinacas, una receta que ha pasado de generación en generación. Se trata de un plato que tiene su origen en antaño, pues era una comida muy socorrida en una época marcada por la escasez de recursos para alimentarse.
Elaboración
El proceso de preparación comienza con las espinacas, de las que se aprovechan incluso los tallos para obtener un sabor más auténtico. Estas espinacas se limpian y cuecen al vapor, preservando así su frescura y textura. Una vez listas, se saltean con ajos para potenciar su aroma y sabor único, antes de apartarlas para el siguiente paso.
En una mezcla cuidadosamente elaborada, se crea un fondo utilizando ingredientes esenciales como cebolla, ajo, zanahoria y tomate. Pero la verdadera sorpresa se encuentra en el toque de pan frito que se incorpora, añadiendo una textura crujiente que complementa a la perfección el carácter suave de las espinacas. Aunque algunos optan por añadir almendras, nuestra receta se mantiene fiel a la tradición sin este ingrediente.
La porción de espinacas se integra con el fondo, creando una mezcla armoniosa y llena de matices. Es entonces cuando entra en juego una selección de especias que elevan el plato a nuevas alturas: orégano, pimentón dulce, comino molido y un toque de vinagre, que se combinan para despertar los sentidos y ofrecer una explosión de sabores.
Para culminar este festín de sabores, la porrilla de espinacas se cocina a fuego lento hasta alcanzar la consistencia deseada. Y como broche de oro, se sirve con un huevo frito encima, aportando la cremosidad necesaria para redondear cada bocado.
Cada cucharada de nuestra porrilla de espinacas es un viaje en el tiempo, una experiencia que conecta con las raíces de nuestra familia. Te invitamos a disfrutar de este plato lleno de tradición y amor, donde cada ingrediente cuenta una historia y cada bocado te sumerge en la rica herencia culinaria que nos ha sido transmitida de generación en generación. ¡Buen provecho!
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